Brujas es conocida como la perla de Flanders. Es un pueblo verdaderamente encantador que ha estado recibiendo turistas a lo largo de 150 años. Con la mayoría de su arquitectura medieval intacta, increíblemente bien conservada, este pueblo evoca tiempos pasados cuando era el centro del comercio europeo de la lana y prendas de vestir.

Tras un sustancioso desayuno,  comienza la ruta pedaleando hacia el pequeño pueblo con encanto de Damme, a las orillas del Damse Vaart. Tras atravesar la frontera con Holanda, nos adentramos en Zeeland, una provincia holandesa donde destaca la luz, el viento, el agua y su espaciosidad.   Esta constituida en su mayoría por puentes y ferris que marcarán el camino en dirección hacia el nordeste. Pueblos de postal con antiguas casas y calles empedradas que se alinearán durante los próximos días, pero primero habrá que atravesar Zeelandic Flanders, con sus carreteras rurales serpenteantes, sauces desmochados, praderías empapadas y pueblos desperdigados. Al finalizar la jornada, toma un ferry hasta el puerto deportivo de Vlissingen. Despues, descubre el nostálgico esplendor de Middelburg. En los siglos XV y XVII era uno de los centros comerciales más importante de Holanda.

Más adelante se encuentra Veere. Desde 1541, todo aquello que era exportado a Holanda desde Escocia (principalmente lana) tocaba tierra y era distribuido desde Veere. Todo esto no solo trajo prosperidad al pueblo, sino que una comunidad de escoceses se instalaron allí durante 300 años. Sigue sus huellas dando un paseo por este histórico pueblo. Otro paseo por las estrechas calles de Zierikzee es un placer absoluto. Pequeñas y viejas casas coquetas que te llevan a los tiempos de gloria del pueblo, cuando los barcos zarpaban para vender sal, lana, pescado, grano o colorante tan lejos como en el Báltico o en el Mediterráneo.

Para disfrutar el último día en Zeeland, atraviesa un retal de paisajes con vastos pólderes, escenarios idílicos, dunas ondulantes y arenales dorados. Remata el día con una visita a Willemstad, un pueblo fortificado con forma de estrella de 7 puntas.

Como consecuencia de la gran inundación de 1421, Biesbosch es uno de los pocos hábitats de pantano en Europa donde el ecosistema se ha adaptado tanto a las aguas saladas provenientes de los arroyos formados por la marea, como del agua dulce de los ríos. Se trata de un laberinto de arroyos y riachuelos en continuo cambio que da forma a innumerables islas pobladas de bosques de encinas y juncos, un paraíso para las aves. Pedaleando, se llega a uno de los pueblos más antiguos de Holanda: Dordrecht, totalmente rodeado de agua. La zona en torno al puerto deportivo es realmente una maravilla. La parte más antigua del pueblo cuenta con miles de edificios históricos y 3 canales nostálgicos.

Importante: solo recorrerás en bicicleta el parque de Biesbosch los días que sale el ferry. Este ferry no sale todos los días. Si el ferry no sale, sigue una ruta alternativa.

Vuelve a ponerte en ruta una vez más y dirígete hacia Kinderdijk, donde 19 majestuosos molinos presentan un espectáculo único. Se solían utilizar para drenar el exceso de agua de los bajos pólderes y echarlo al Río Lek. Dirección a Gouda,  coge el ferry que navega a dos metros bajo el nivel del mar y disfruta de un paisaje de pastoreo y de un cielo único. Durante años, la gente llegaba en tropel desde lejos para adquirir caballos, vacas, carne, pastos, semillas, queso, etc. En los mercados semanales o anuales de Gouda. Recomendamos dar un paseo por la parte antigua del pueblo y empaparse de la atmósfera de antaño. Visita la Iglesia de St. John’s y la plaza del mercado con su ayuntamiento del siglo XV y la Casa del peso o Weighing House.

Por razones de disponibilidad, es posible que se aloje en Oudewater en lugar de Gouda. 

Entra en el Corazón Verde, una zona rural placentera con bajos pólderes poblada de campos de turbas y ganado de pastoreo. Se trata de un paisaje llano, abierto y espacioso, donde las agujas de las iglesias y los molinos acarician el horizonte y las nubes se reflejan en los lagos y canales. Este viaje en bicicleta finaliza en Amsterdam, ciudad famosa por su increíble distrito de canales, de 400 años de antigüedad. La ciudad ofrece muchas cosas para ver o hacer. Como es habitual, los artistas e intérpretes callejeros originan largas colas en las plazas de Dam, Leidseplein y Rembrandtplein. Una nueva atracción es “Het Grachtenhuis” (Museo de los Canales). ¿Has visitado ya el renovado Rijksmuseum o el Museo Marítimo?

Tras el desayuno, el viaje en bicicleta llega a su fin.